El espacio acoge a gran cantidad de visitantes, atraídos por las exposiciones del escultor Juan Cristóbal, de arte al-Andalus y de armas y enseres nazaríes
Muy concurridas están siendo las exposiciones en el Palacio de Carlos V. El espacio acoge tres grandes muestras: una sobre el escultor Juan Cristóbal (1896-1961), otra sobre cultura y arte al-Andalus, y la restante sobre armas y enseres para la defensa nazarí.
La primera, que se puede ver hasta el 2 de marzo, reúne más de 100 piezas, entre esculturas, dibujos y documentos, que permiten conocer la obra del creador, almeriense de nacimiento y granadino de adopción.
La expo, también con sede en la Fundación Rodríguez Acosta, repasa asimismo su trayectoria vital. La vida de Cristóbal bien vale una película. De botones en el Centro Artístico, Literario y Científico de Granada de la calle Acera del Casino, a uno de los escultores más reputados del país durante los inicios del siglo XX. Su arte llamó la atención del influyente político granadino Natalio Rivas, quien le animó a formarse en Madrid. Hacia allí partió cuando aún no había cumplido 18 años.
La capital le proporcionó todas las herramientas de despegue. En la Exposición Nacional de 1920, Cristóbal recibía una condecoración por el grupo en bronce del monumento a Ángel Ganivet de los bosques de la Alhambra. Una de sus mejores creaciones, donde confluía un estilizado realismo con una fuerte carga simbólica.
Con motivo de la exposición, el Patronato de la Alhambra y el Generalife restauró este conjunto escultórico. Un estudio previo había revelado problemas de conservación; cambios de coloración, acumulación de lodo y otros productos, así como costra carbonatada en las áreas más expuestas a la humedad.
Obras por encargo
En 1929, en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Barcelona, celebrada en el marco de la gran Exposición Universal de aquel año, Cristóbal obtuvo la primera medalla con el bronce Maja, un desnudo de cuerpo entero.
Otras de sus obras más elogiadas fue su media figura de Cervantes para el Cuerpo de Inválidos del Ejército, en madera dorada y pintada, muy tradicional y actual a la vez; y el conceptual retrato de Manuel de Falla (hoy en el Gran Teatro Falla de Cádiz). En los años 30 geometrizó su lenguaje (escultura de Goya en piedra levantada en Madrid y la ‘Galleguita’, en mármol blanco). Con el monumento a Julio Romero de Torres en Córdoba retomó la línea clásica.
Tras la Guerra Civil y hasta su muerte realizó bustos y cabezas de sus amistades, que incluían a los principales protagonistas de la vida cultural y social de Madrid.
Riqueza andalusí
La segunda lleva como título ‘Arte y culturas de al-Andalus. El poder de la Alhambra’ y detalla la historia del Reino de Granada. Más de 300 piezas muestran la importancia y riqueza de la cultura andalusí, principalmente desde comienzos del siglo XI hasta el ocaso andalusí en el siglo XV.
La Alhambra misma es la pieza principal de la propuesta, que presenta al monumento como símbolo de la historia política, económica y social del último emirato andalusí en la Península Ibérica, además de como referente literario, poético, turístico y cultural.
La expo, abierta hasta el 30 de marzo, reúne objetos emblemáticos como el Jaique o marlota de Boabdil (Museo de Ejército de Toledo) o el estoque, las Capitulaciones definitivas entre los Reyes Católicos y Boabdil (Archivo General de Simancas) y las cartas diplomáticas de los monarcas nazaríes con otros reinos (Archivo de la Corona de Aragón).
Se trata de una muestra que forma parte del programa de actividades que conmemora el Milenio del Reino de Granada, un medio geográfico propio y un amplio espacio temporal en el que convergieron múltiples confluencias culturales.
La última, abierta hasta el 15 de febrero, reúne una selección de piezas bajo el título ‘Armas y enseres para la defensa nazarí’. Se pueden ver armas blancas, ballestas, proyectiles, lanzas, flechas y adornos de guerreros.
+ Horarios de visita
Todos los días, de 10 a 18 h.
Casas del Partal, espacio del mes
Los visitantes con entrada a la Alhambra podrán ver las Casas del Partal, habitualmente cerrada al público. Así se conocen a las construcciones levantadas en el siglo XIV, ubicadas a continuación del pórtico del palacio del Partal.
Todas son independientes, tienen dos plantas y carecen de patio. Su principal atractivo es que guardan en su interior restos de adornos de yesería, una hermosa armadura y especialmente unas pinturas murales de tipo cortesano. Se podrán ver martes, miércoles, jueves y domingo, de 8.30 a 18 h.