Nuevos recorridos en el carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta

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El pintoresco edificio de la fundación ofrece nuevas visitas y entradas combinadas con la Alhambra

El carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta ha iniciado una nueva etapa gracias a la colaboración del Patronato de la Alhambra y el Generalife. El edificio programa nuevas visitas y entrada conjunto con la fortaleza nazarí. Una buena oportunidad para (re) descubrir este singular complejo.

Situado en los bosques de la Alhambra, el Carmen fue construido entre 1916 y 1930 por el pintor José María Rodríguez-Acosta. Alberga un bello conjunto de jardines con terrazas y miradores, y una amplia colección de piezas artísticas, desde arte antiguo hasta la actualidad, que hace alusión al amor, la muerte, la locura. También posee sorprendentes cuevas y galerías subterráneas. Por estas bellezas fue declarado Monumento Nacional.

En la visita principal se recorren los cinco niveles del Carmen.

  • Patio del Teatro

El pronunciado desnivel del terreno en que se asienta el carmen dio origen al conjunto de terrazas y miradores que jalonan en distintos niveles su jardín. En él se conjugan romanticismo con un interesante discurso iconográfico propio del simbolismo de principios del siglo XX. El Patio del Teatro o Teatrillo toma ese nombre del espacio escénico decorado con un juego de volúmenes art déco que ocupa uno de sus frentes.

  • Terraza central

El carmen no repite modelos de la arquitectura nazarí. Tan sólo algunos elementos decorativos, como las celosías de la terraza o patio central. La mayor parte del adorno está confiado a  ejemplares históricos, de todas las épocas y estilos, recuperados de antiguos edificios demolidos y engastados en la nueva fábrica con libertad, en contraste con grandes paños de muro blancos y lisos.

Desde esta terraza se contempla buena parte del jardín, así como una amplia panorámica de Granada y su Vega.

  • Estudio

José María Rodríguez-Acosta hizo construir el carmen para utilizarlo como estudio de pintura, no como residencia. La planta baja alberga un amplio vestíbulo de fuerte impronta clásica. Desde la escalera, de estilo art déco, se accede, en la primera planta, a la biblioteca. Allí se conserva la selecta librería de Rodríguez-Acosta especializada en temas artísticos, filosóficos, literarios y de viajes.

Destacan las piezas de arte grecorromano e ibérico, procedentes en varios casos de excavaciones granadinas. Importante es también, aunque más insólito, el magnífico conjunto de arte asiático, tanto hindú como chino y tibetano, japonés, tailandés o birmano.

  • Jardín de Baco

Presidiendo este espacio se halla una escultura romana, la más antigua del jardín, que probablemente representa al dios Baco. Tras ella, una exedra de columnas parece estar inspirada en las de la Villa Adriana de Tívoli (Italia). Ese mismo aire clásico tiene las fuentes y los volúmenes de ciprés recortados con un sentido plenamente arquitectónico.

  • Criptopórtico

Continuando con el lenguaje clasicista del jardín, en el lado oeste se abre un gran arco de piedra que da entrada a un curioso espacio cubierto, circular y porticado, con fuente central, abierto por lado opuesto a un gran patio. Todo genera una curiosa perspectiva que revela el diseño rigurosamente axial del carmen.

  • Patio de Venus

La constante presencia del agua en el jardín tiene su máxima expresión en la alberca. Cuatro surtidores agitan sus aguas, de las que emerge una escultura de Venus saliendo del baño, reproducción moderna de un original neoclásico de Antonio Canova.

  • Galería subterránea

Entramado de túneles y pasadizos que pone en evidencia la compleja cimentación del jardín y del edificio principal. Para la construcción de esa galería se aprovecharon unas antiguas cuevas preexistentes, que fueron ampliadas y adornadas siguiendo patrones clasicistas.

  • Paseo funerario

La espesura de los cipreses oculta el aterrazamiento del jardín que, en este nivel, continúa desplegando un complejo y ecléctico discurso simbolista. Una especie de avenida flanqueada por altos cipreses desemboca en el lugar más sombrío, donde se encuentra el túmulo sepulcral de una religiosa castellana, fallecida en 1603 a los 80 años, según se puede leer en su inscripción funeraria. Esta pieza de fina labra y arte renacentista castellano procede, al parecer, de un convento de Salamanca.

  • Templo de Psiquis

Pequeño templo sin cubierta que alberga el busto de Psiquis, reproducción moderna de un original romano. El templo no trata de ser una forma arquitectónica cerrada, ni una edificación aislada, sino un elemento integrado en el conjunto del jardín e invadido por la naturaleza, lo que proporciona una visión evocadora, entre clásica y simbolista.

  • Museo

El Instituto Gómez-Moreno, junto al Carmen, alberga un museo donde se exhiben las colecciones reunidas por Manuel Gómez-Moreno Martínez. Son destacables los fondos de pintura (primitivos flamencos; escuela española de los siglos XVII a XX, con obras de  Pacheco, Zurbarán, Alonso Cano, Fortuny y Sorolla, entre otros), escultura (grecorromana y española de los siglos XVII y XVIII), objetos arqueológicos (prehistóricos, egipcios, griegos, romanos, iberos, hispanomusulmanes, precolombinos) y artes decorativas (cerámica griega antigua, española medieval y moderna, asiática).

+ www.fundacionrodriguezacosta.com

Entradas

  • Visita general al Carmen de la Fundación: 5 €.
  • Visita completa al Carmen de la Fundación y biblioteca: 6 €.
  • Visita especial al estudio del pintor y biblioteca, 6 €.
  • Entrada combinada Fundación y Alhambra: 17 €.

Horario: Todos los días, de 10 a 18.30 h