Si los amplificadores tienen la función de aumentar el volumen de todos los sonidos de la misma manera, los audífonos solo amplifican lo que la persona necesita para escuchar mejor.
Más y más frecuentemente escuchamos acerca de los amplificadores de sonido. Pero, ¿cuáles son las diferencias en comparación con los audífonos reales?
Las diferencias entre audífonos y amplificadores de sonido
La diferencia entre los amplificadores de sonido y los audífonos radica en la naturaleza de la ayuda que estos dispositivos pueden ofrecer a las personas quienes los usan.
Para resolver las dificultades diarias relacionadas con la pérdida auditiva e identificar una solución capaz de ofrecer el apoyo adecuado, es necesario tener en cuenta varios aspectos como el estilo de vida, hábitos cotidianos, vida familiar, trabajo e interés social de la persona que sufre de pérdida auditiva.
La audición es casi como una huella dactilar, es única y personal, ya que nuestras huellas dactilares y nuestro ADN son únicos.
Hay una variedad de sonidos casi infinitos que cada uno siente a su manera, diferente de cómo otros pueden sentirlos. En este sentido, el resultado de la prueba de audición siempre será diferente para cada persona.
De ahí la primera diferencia entre los audifonos y los amplificadores de sonido, ya que la tecnología presente en los audífonos permite que se personalicen en función de las pruebas de audición realizadas según el estilo de vida de la persona.
Por otro lado, los amplificadores de sonido son dispositivos configurados y listos para usar, que amplifican todos los sonidos de la misma manera y en la misma medida, estando destinados a un uso no continuo (es decir, no más de 60 minutos consecutivos).
La segunda diferencia entre los audífonos y los amplificadores de sonido se refiere a la atención médica obligatoria del profesional de la audición, un experto con un título de tres años en audioprótesis o una calificación equivalente.
Gracias a las habilidades tecnológicas, audiológicas e interpersonales adquiridas durante su formacion, el profesional de la audición puede ofrecer asesoramiento orientado a aconsejar el tipo correcto de audífono y personalizar la solución acústica para garantizar el logro del resultado, acompañando a la persona durante todo el proceso.
Por ley se establece que los audífonos solo pueden ser empleados por el profesional de la audición, que actúa sobre la prescripción del médico.
Por el contrario los amplificadores de sonido, que son dispositivos de serie predefinidos y no ajustables, se venden sin la asistencia de un profesional de la audición.
Ayudas auditivas a través de los audífonos
En España, el Sistema Nacional de Salud establece una lista de servicios estándar que se ofrecen a las personas con discapacidad, incluido el suministro de audífonos.
Sin embargo, cada comunidad autónoma administra su propio sistema, incluidos los servicios estándar, regula los beneficios financieros reales disponibles cada año y los requisitos necesarios para tenerlos.
De 0 a 16 años de edad, la compensación del seguro de salud se establece en un promedio de 700 euros para cada audífono por separado, dependiendo de la comunidad autónoma específica. Esto incluye apoyo económico para el molde auditivo.
De 16 a 65 años de edad, las personas con discapacidad auditiva también pueden beneficiarse del apoyo público cuando cumplen los requisitos necesarios. El subsidio también varía dependiendo de la comunidad autónoma específica.
Además, es posible recibir un reembolso total o parcial para audífonos a través de una póliza de seguro que cubre específicamente la discapacidad auditiva de una de las compañías privadas de seguros de salud.
También hay algunas fundaciones y organizaciones para personas con problemas de audición que proporcionan ayudas, descuentos o incluso donaciones para audífonos y accesorios posteriores.
Pruebas y tratamiento
Los pacientes con discapacidad auditiva normalmente acuden directamente a un profesional de la salud auditiva privada y en menor medida a un especialista en ORL, que después realizará pruebas audiométricas y la adaptación del audífono.
Tipos de audífonos
El sistema público no tiene restricciones en cuanto a qué tipos de audífonos ofrecer. Sin embargo, si el coste de un audífono recomendado por el profesional de la salud auditiva es más alto que la ayuda, el paciente debe cubrir la diferencia.
Las baterías, las reparaciones y otros tipos de equipos deben ser pagados por los propios usuarios. No existen ayudas públicas para cubrir estos gastos en ningún lugar del país.