Cada día cuando vemos a nuestros hijos después del cole la pregunta es inevitable: “¿Cómo ha ido el cole?” A los padres, la pregunta se nos escapa de los labios de forma automática, casi sin poder evitarla. Aunque la pregunta parezca fácil, la respuesta suele ser escueta y parecida todos los días: “Mmmmmmm”, “Bien” o “No, se. ” Una comunicación mínima y frustrante, pero no por ello dejamos de repetir la misma pregunta al final de cada jornada escolar.
¿Cómo podemos conseguir que los niños nos hablen de su día a día? ¿Por qué fracasa esta pregunta? Esta una de las dudas que más se repiten en una consulta a un psicólogo infantil.
Desde el Centro de Psicología Infantil y Familia de Barcelona nos gustaría daros unos consejos para lograr algo más de información de vuestros hijos.
Laura Górriz, psicóloga infantil en Barcelona, nos comenta que estamos preguntando a nuesto/a hijo/a que nos resuma cientos de cosas –algunas positivas y otras no tanto- que le han sucedido durante el día. Debemos tener presente que los niños no tienen la capacidad de sintetizar, ni de seleccionar las informaciones más relevantes como los adultos, por eso la respuesta a la pregunta es muy poco satisfactoria por ambas partes.
Para los papás y mamás preguntar sobre el cole es una manera de interesarnos por ellos; pero los niños se sienten ampliamente interrogados y obligados a contestar sin saber exactamente qué queremos que nos expliquen. Ellos no perciben la pregunta como una manera de establecer una conversación divertida, sino una pregunta amplia y abstracta que repetimos cada día.
También es importante tener en cuenta que una jornada escolar es muy larga y no siempre pasan cosas positivas o satisfactorias. Es más, una jornada escolar puede ser estresante y difícil para muchos escolares, en la que no todo sale bien. Es normal y lógico que, al salir de la escuela, no quieran recordar los malos momentos ni sus fallos y prefieran hablar de otra cosa; ¡Exactamente como nos ocurre a los adultos!
Como psicóloga infantil recomiendo cambiar la pregunta para generar una conversación: sustituir las preguntas generalistas por preguntas sobre acciones más específicas y/o personas concretas, facilitan la posibilidad de descubrir diferentes visiones de lo que piensan, sienten y viven los niños y niñas en su día a día. Preguntas como ¿qué clase te ha gustado más?, ¿A que habéis jugado hoy en el patio?, ¿Cuál ha sido la clase más divertida?, ¿Ha pasado alguna cosa que no te haya gustado hoy?, ¿Hoy has tenido (asignatura preferida) ?, ¿Qué ha dicho el profesor cuando ha visto lo que traías?, permiten iniciar conversaciones sorprendentes, divertidas ¡y muy interesantes!
Lograr estas comunicaciones fluidas con los hijos nos ayudan a entender mejor su mundo, y a su vez, intentar descartar que haya algo por lo que nos debamos preocupar.
Laura Górriz
Psicóloga infanto-juvenil y de familia.