Darle forma a cualquier idea con el moldeo por inyección

El advenimiento entre los siglos XVIII y XIX de la revolución industrial impacto significativamente el curso de la humanidad. Nuevos materiales, insumos, productos, bienes o servicios que antes era solo producto de  la imaginación, son una realidad con los cambios introducidos por este proceso de transformación social, económico y tecnológico.

Bajo este fenómeno, surgieron infinidad de materiales que innovaron la creación y aplicabilidad en cualquier campo industrial. Entre estos elemento destaca el plástico que por su versatilidad, resistencia y alta maleabilidad, se ha ha convertido en el  preferido para la fabricación de cualquier producto.

Constituido por una variedad de compuestos orgánicos y sintéticos, el plástico (conocido también bajo el nombre de polímeros) posee una característica que lo sitúa como el mejor elemento para ser tratado y no es otra que su gran elasticidad, la cual le permite ser maleable o moldeado según una necesidad especifica.

Para lograr darle forma a esta resina, existen diversos procesos industriales. Pero sin duda que si de plástico se trata el moldeo por inyección se convierte en la opción ideal, para otorgarle vida a cualquier idea.

El moldeado por inyección es un proceso semicontinuo en donde se funde un material en específico, para luego darle forma en un molde a presión con lo que se busca darle una apariencia única. Es considerada la técnica de producción de artículos más popular en el mundo industrializado. Aunque su uso más común es con plásticos o polímeros, esta técnica puede se empleada en madera, fibras naturales, cerámica entre otros.

Imagínalo, diséñalo y moldéalo

Desde la creación de piezas para la industria automotriz, equipos médicos, electrodomésticos o juguetes entre otros, la aplicación de moldeado de plástico representa el punto de partida para la elaboración de cualquier artículo u objeto.

Si algún proyecto requiere la construcción o elaboración de uno o varios elementos, el primer paso lógico es diseñar un molde que replique de forma exacta ese objeto a ser reproducido. Este proceso es muy común en las industrias modernas. Con un costo relativamente bajo, representa la forma más frecuente de procesamiento de plástico, que permite fabricar innumerables piezas idénticas es su aspecto y forma.

El diseño de moldes abrió las puertas para la producción en masas, lo que permite la creación de grandes cantidades de objetos, piezas, artículos o productos terminados. Va de la mano con el moldeo por inyección en donde el plástico es fundido en una maquina altamente especializada y luego “inyectado” una forma fija para darle su aspecto final ya predeterminado.

Cada día más empresas de fabricación de moldes, surgen con la intención de dar vida a ese proyecto que requiere la elaboración desde un punto de partida denominado “cero” de un objeto en específico. Aunque esta masificación del proceso industrial de moldeo, permite a cualquiera darle forma real a una idea muy particular, es muy importante contar con el apoyo de los verdaderos especialistas en la manufacturación de polímeros.

Al momento de escoger a un fabricante de moldes, se debe considerar su trayectoria en este competitivo mercado, la experiencia, tecnología empleada y el apoyo y soporte personalizado según las necesidades específicas requeridas.