El transtorno de tipo obsesivo compulsivo, más popularmente conocido con las siglas (TOC) se encuentra dentro del grupo de enfermedades psiquiátricas más frecuentes y la OMS la cataloga como una de las 20 enfermedades más discapacitantes de todas las que existen diagnosticadas en la actualidad. Se trata de un tipo de problema neurológico que deriva en un trastorno de ansiedad que se caracteriza por pensamientos obsesivos o recurrentes y repetitivas que generan inquietud, temor, ansiedad o aprensión al individuo que la padece.
Estas ideas obsesivas, se materializan de formas muy variopintas y se viven con sentimientos contrarios a ellas que acaban generando conductas compulsivas con el fin de calmar la ansiedad que generan y se acaban transformando en reacciones exageradas de resistencia a las propias ideas obsesivas. Es sin duda un círculo vicioso.
Las personas que padecen TOC son conscientes que la padecen y normalmente intentan detener o no hacer caso a sus obsesiones, pero al final eso solo hace que aumente la angustia y la ansiedad. Es por ello que sienten esa necesidad de realizar actos compulsivos para aliviar ese estrés que padecen y a pesar de intentar ignorar o eliminar los pensamientos o necesidades que les molestan, vuelven nuevametne a ellos de forma repetitiva ocasionando un comportamiento que se convierte en una costumbre.
En muchos casos el TOC comienza durante la infancia o la adolescencia. Una vez se manifiesta suele evolucionar de forma progresiva, aunque también hay casos en los que pueda puede aparecer espontáneamente ante una situación de estrés que la desencadena.
Síntomas de la obsesión:
Las obsesiones del TOC son pensamientos, imágenes que se repiten, impulsos repetitivos y no deseados que resultan invasivos para la persona que la padece y provocan angustia o ansiedad. Son, en definitiva, comportamientos repetitivos que el individuo se siente obligado a realizar. Estos comportamientos repetitivos o actos mentales tienen como objetivo prevenir o reducir la ansiedad relacionada con tus obsesiones o evitar que suceda algo malo.
Subtipos de TOC:
Podemos diferenciar hasta ocho tipos:
- Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivas con el objetivo de minimizar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
- Lavadores y limpiadores: sus principales obsesiones tienen que ver con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones.
- Ordenadores: exigen que las cosas que les rodean estén colocadas de acuerdo a determinadas pautas rigidas, incluyendo distribuciones simétricas o sincronizadas.
- Repetidores: realizan acciones repetitivas que carecen de sentido práctico.
- Verificadores: vigilance de manera excesiva con el objetivo de evitar que ocurra una catástrofe. Siempre piensan que va a pasar de forma inminente.
- Acumuladores: coleccionan objetos sin valor de los que les es imposible desprenderse.
- Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos repetidos que resultan incontrolables y muy perturbadores para ellos.
- Sexuales: consiste en pensamientos sexuales recurrentes de toda clase.
Si precisa de ayuda para tratar este transtorno la psicoterapia ayudará al paciente a identificar el origen de su problema. Al mismo tiempo, la persona aprenderá a evitar sus manías mediante herramientas que le proporcionará el/la terapeuta. Es necesario cuanto antes tratarlo para aliviar los sentimientos perturbadores de las personas que lo padecen para una mejor calidad de vida