Fructosa: la intolerancia alimentaria invisible

Las formas más comunes de intolerancia a la fructosa no causan problemas médicos graves. Sin embargo, las personas afectadas sufren síntomas como hinchazón, diarrea e incluso vómitos. Por lo tanto, es importante saber cómo vivir con este tipo de intolerancia alimentaria.

¿Fructosa o azúcar de los alimentos?

La fructosa es barata, por lo que se utiliza con frecuencia en productos industriales. Además, la fructosa es más dulce que el azúcar de uso común y se metaboliza sin la ayuda de la insulina. Por lo tanto, la fructosa se ha considerado durante mucho tiempo como ideal para los diabéticos. Se encuentra a menudo en la lista de ingredientes de productos light o dietéticos con la inscripción «menos azúcar» o «contiene azúcares de frutas». Esto significa que incluso las personas no afectadas alcanzan rápidamente el límite recomendado de 35g. Pero hoy en día, muchas personas sufren de una intolerancia intestinal a la fructosa, y su número tiende a aumentar.

¿De qué va todo esto?

Cuando se habla de intolerancia a la fructosa, en la mayoría de los casos se trata de una malabsorción de este último. En las personas afectadas, la asimilación de la fructosa contenida en los alimentos no puede hacerse en el intestino delgado como debería. En su lugar, la fructosa se degrada en el intestino grueso bajo la acción de bacterias, lo que resulta en la formación de gas. Los desencadenantes de esta intolerancia pueden ser una enfermedad del aparato digestivo o medicamentos agresivos para el intestino. Los síntomas pueden ocurrir en cualquier momento de la vida.

Intolerancia hereditaria a la fructosa: un trastorno del metabolismo congénito

Esta intolerancia hereditaria a la fructosa es muy rara. Se detecta casi siempre desde la primera edad. Las personas afectadas deben eliminar la fructosa de su dieta de por vida. Una prueba genética o una muestra de tejido del hígado o del intestino delgado permite ver más claramente.

¿Cómo se diagnostica la intolerancia a la fructosa?

Todo lo que tienes que hacer es pasar una prueba de respiración. Las intolerancias alimentarias a menudo provocan dolor abdominal, lo que dificulta la diferenciación y dificulta el diagnóstico. La prueba de aliento es un método probado para diagnosticar intolerancia a la fructosa. Se hace beber a la persona, en ayunas, una solución que contenga fructosa.

¿Qué alimentos contienen fructosa?

Las concentraciones más altas de fructosa se encuentran en las cerezas frescas y las uvas. Los frutos secos, como las pasas, son también uno de los alimentos más ricos en fructosa, ya que el contenido de fructosa aumenta masivamente durante el secado. Pero también se encuentran en verduras, miel, azúcar blanco y productos procesados. Vale la pena echar un vistazo a la lista de ingredientes. No es necesario renunciar a frutas y hortalizas de forma permanente, ya que las personas afectadas a menudo toleran una cierta cantidad de azúcar simple. Esto ayuda a evitar una deficiencia. Debe determinarse, caso por caso, con un médico o dietista qué cantidad de alimento puede tolerarse.

¿Qué frutas se digieren fácilmente?

El plátano y la mandarina son particularmente interesantes, ya que contienen más glucosa que fructosa y mejoran la asimilación en el intestino delgado. En general, las frutas y hortalizas con un nivel de glucosa equivalente a la fructosa o superior son más digeribles.